Noticias de Febrero 2020

 

MANIFESTACIÓN 31-E POR LA SUPERVIVENCIA DE LAS ABEJAS, LOS POLINIZADORES Y NUESTRO CAMPO.

Asociación Española de Apicultores

25 enero, 2020

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Las Plataformas de ciudadanos y apicultores de EtiquetadoClaro Ya, SOSbiodiversidad-SOSabejas , StopVespaVelutina, junto con las Asociaciones Apícolas, ADS y Entidades Medioambientales, que las integran, se han organizado para el próximo día 31 manifestarse y presentar ante el Congreso 4 Manifiestos en defensa de la apicultura, los polinizadores y la biodiversidad de nuestro campo.

La Asociación Española de Apicultores, ha convocado la manifestación para el próximo viernes 31 de enero a las 12:00 h. que trascurrirá desde la Plaza de Carlos V, frente a la sede del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, hasta la Carrera de San Jerónimo, frente al Congreso de los Diputados,terminando a las 13.30 h.

Gracias a la comunicación y cooperación de las diferentes asociaciones y plataformas, se han desgranado las peticiones más urgentes que se presentarán frente al Congreso, demandando así la protección de la apicultura, la defensa de los polinizadores, la abeja melífera y el medio ambiente con cuatro Manifiestos, basados en su mayoría en el Informe sobre las perspectivas y desafíos para el sector apícola de la Unión Europea (2017/2115(INI)) en el que se piden:

La defensa de la apicultura, apicultores, agricultores, ecologistas y ciudadanos en general, esperamos que se tomen medidas sobre la base de un consenso científico claro que ayude a determinar las causas de la mortalidad de las abejas, para lo que pueden consultar este cuarto manifiesto sobre Sanidad Apícola redactado por técnicos y apicultores.

Lo único que podemos añadir es que llevamos décadas avisando de la catástrofe de mortandad que vemos en nuestras colmenas, colmenas de abejas melíferas que son los bioindicadores de nuestro maltratado medio ambiente. También sabemos que la acción del ser humano deja una huella cada vez mayor, pero que estamos a tiempo de un cambio por una Europa Agroecológica y respetuosa para nuestros descendientes.

Por ello, nuestro llamamiento al Tercer Sector, Entidades a fin y Ciudadanía, a los que ponemos a disposición este formulario para registro de autobuses que se van a trasladar a la manifestación, para comunicar a la autoridad competente, y habiliten suficiente espacio de aparcamiento para los vehículos.

 

APICULTORES MURCIANOS ALMACENAN HASTA DOS COSECHAS DE MIEL POR LOS BAJOS PRECIOS

La Ser. Lázaro Giménez

2 de febrero de 2020

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Los bajos precios que los productores de miel reciben por su cosecha sigue siendo una losa para el sector de la apicultura en la Región de Murcia. Debido a esta falta de rentabilidad, algunos de ellos aún almacenan las dos últimas cosechas de miel.

Lo ha contado en la antena de 'A Vivir Tierra y Mar' Carlos Zafra, técnico de la Asociación de Apicultores de la Región de Murcia. También ha hablado del episodio conocido esta misma semana sobre la muerte por intoxicación de 350 colmenas en Mazarrón por el uso de pesticidas.

Éste es uno de tantos contratiempos con los que tiene que lidiar de forma cotidiana los apicultores, además de los bajos precios. Este último problema tiene sus principales causas en las importaciones de miel de China, "de peor calidad", apunta Zafra y las condiciones que importe la industria a los productores.

Esta misma semana, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación se han sumado también a otros países como Portugal o Eslovenia para que la Unión Europea regule un etiquetado para la miel en la que se especifique el origen del producto.

 

LAS ABEJAS DE LA CATEDRAL DE NOTRE DAME SIGUEN PROSPERANDO A PESAR DEL TRÁGICO INCENDIO

Gaudium Press.  Aleteia. Fotos: Clarin.com y CNN.

6 febrero, 2020

notredam

Una señal de esperanza en medio de la desolación causada por el incendio del tejado de la Catedral de Notre Dame en París, Francia, fue ratificada por la cuidadora de las colonias de abejas del techo de la Sacristía de la Catedral, Sybile Moulin. La experta ratificó que las más de 30 mil abejas de la Catedral están prosperando y que se preparan para producir las cantidades habituales de miel en verano.

La incertidumbre sobre la suerte de las abejas surgió para los expertos tras la noticia del incendio. La cera de abejas se derrite a 63 grados centígrados, por lo que si las llamas alcanzaban el techo de la Sacristía (a un nivel más bajo que el techo de la nave) lo más probable es que las colmenas se derretirían y atraparían en su interior a los insectos. La situación de las abejas no se pudo verificar inicialmente porque las autoridades no permitían el acceso al lugar hasta garantizar la seguridad del mismo.

«No hay nada malo con ellas en absoluto. El comportamiento de las colonias es perfectamente normal», reportó Moulin al informativo The Guardian. «No son muy activas en esta época del año, pero así es como debería ser. Parecen estar bien». Después de casi 10 meses del incendio, las colonias están saludables y podrían repetir la producción de miel registrada el año anterior, cuando se recolectaron 66 kilos de miel.

Para visitar las colmenas, Moulin tuvo que realizar un curso de capacitación en salud y seguridad y las primeras verificaciones del estado de las colmenas se hicieron con ayuda de drones. Las imágenes obtenidas por satélite corroboraron que las colmenas estaban en sus lugares y que no había charcos de miel bajo las mismas. Los reportes, y algunos vídeos de trabajadores de los equipos de reconstrucción, permitieron constatar que las abejas laboraban como es costumbre, lo cual indica que las abejas reinas estaban vivas y continuaba la reproducción. Las visitas posteriores verificaron que las abejas sobrevivieron sin problemas. La miel recolectada fue enviada a laboratorios para verificar que no estuviera contaminada con plomo.

 

MILLONES DE MUERTES DE ABEJAS AMENAZAN LA COSECHA DE ALMENDRAS DE AUSTRALIA

AgroNegocios.

13 febrero, 2020

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Los incendios forestales que se extendieron por el este y el sur de Australia mataron a millones de abejas y destruyeron vastas extensiones de bosque donde se alimentan los insectos, poniendo en riesgo la producción de almendras y miel del país.

Las abejas desempeñan un papel crucial en la nación multi-industria de la horticultura, la polinización de las almendras no sólo, pero la fruta, incluyendo manzanas, peras y cerezas. Australia es el segundo mayor productor mundial de almendras y los productores ya están lidiando con años de sequía.

Los incendios destruyeron alrededor de 6.000 colmenas solo en el estado de Nueva Gales del Sur, según el presidente de la Asociación de Apicultores de Nueva Gales del Sur, Stephen Targett, y otras colmenas experimentaron pérdidas de existencias cuando las abejas perecieron o se perdieron en el espeso humo.

«En una temporada normal podríamos reemplazarlos, pero estamos lejos de ser normal», dijo Targett. «Estamos en sequía». Cinco millones de hectáreas de bosque de eucaliptos donde se alimentan las abejas también han sido arrasadas, dejando a los apicultores luchando por el jarabe de azúcar o el sustituto del polen para nutrir sus existencias, dijo.

En Australia del Sur, se informó que más de 2.000 colmenas fueron destruidas en incendios en la Isla Canguro, en las Colinas de Adelaide y en el sureste del estado, a partir del 17 de enero, según el departamento de industria principal del estado. En total, la polinización de las abejas melíferas tiene un valor estimado de US$6.000 millones anuales para la economía australiana, según las estimaciones en un informe parlamentario de 2014.

Con la producción de miel a punto de recibir un golpe, es probable que algunos apicultores abandonen la industria, según Targett. «Prevemos que la producción de miel en Nueva Gales del Sur podría ser al menos un 30% inferior al promedio histórico durante 10 años».

Almendras amenazadas
En términos de almendras, la nación exportó US$552,4 millones en 2018-19, un 12% más que un año antes, gracias a una excelente cosecha y fuertes ventas a China, según la Junta de Almendras de Australia.

Es demasiado pronto para medir el impacto de las pérdidas de abejas en la producción futura, según el CEO de Almond Board, Ross Skinner. Esto se debe a que no está claro qué proporción de las colmenas perdidas se utilizaron para la producción de miel y para la polinización.

Los productores de almendras están trabajando con la industria de las abejas para encontrar soluciones, dijo Skinner, incluido el reclutamiento de apicultores que tradicionalmente se han centrado en la miel para proporcionar servicios de polinización. También hay llamados para un mayor acceso a los parques nacionales para permitir que las abejas se alimenten antes del comienzo de la temporada de polinización de julio. «Podría tomar de cinco a 20 años para recuperarse, dependiendo de la gravedad del incendio», dijo Skinner, refiriéndose al daño del bosque.

 

DULCE LUCHA CONTRA EL CAPITAL

El País. Tommaso Koch. Madrid

8 de febrero de 2020

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Hace una vida que Hatice Muratova conoce a las abejas. Son su pasión, su trabajo. Y, también, sus únicas vecinas. Aislada en las montañas de Macedonia, a kilómetros de la humanidad, la mujer resiste con su anciana madre y con lo justo: una casita, un plato caliente, unas palabras de vez en cuando, el silencio. No queda nadie más en Bekirlija, un páramo inhóspito sin electricidad ni agua corriente. Y sin embargo, bajo esta tierra implacable, se oculta un tesoro dulcísimo. Para encontrarlo, basta levantar las piedras correctas. Muratova lo sabe, ya que visita a menudo las colmenas escondidas. Y renueva, día tras día, su pacto con los insectos: de toda la miel que producen, solo se lleva la mitad; el resto lo deja a sus legítimas dueñas. Y eso que en el mercado de la capital, Skopje, pagarían una fortuna por ese oro cremoso. Pero ella no entiende de capitalismo: lo prefiere así, le parece más justo.

Tal vez, mañana domingo, Muratova aproveche para explicárselo a los divos que la rodearán. Porque, desde un remoto pueblo anclado en otro tiempo, su lección ha llegado hasta los Oscar. Y, de paso, ha regalado otra enseñanza a la gala: Honeyland, el filme que protagoniza, es el primer documental nominado tanto en su categoría como en la de mejor película internacional. Probablemente pierda en ambas (afronta Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar,Parásitos, de Bong Joon-ho, o American Factory, producida por los Obama), pero al menos podrá dejar su huella. Abanderar una convivencia sostenible, que agoniza en vías de extinción; y defender otro mundo, y otro cine.

Descubrimos la regla de la miel de Hatice durante la primera semana de rodaje y supimos de inmediato que teníamos un mensaje, y una temática. Nos faltaban una estructura narrativa y un conflicto”, explica Ljubomir Stefanov, codirector de Honeyland junto con Tamara Kotevska. El filme nació como un encargo: el Proyecto para la Conservación de la Naturaleza de Macedonia quería un corto sobre biodiversidad y los dos cineastas fueron a buscarlo por el país. Acabaron así en la bella y aterradora soledad de Bekirlija, donde el encuentro con Muratova revolucionó sus planes. Ella confesó a varios medios que, tres días antes, había pedido a Alá que le enviara alguien que resolviera sus problemas y aliviara su austera existencia. De ahí que la llegada de los directores resultara providencial para todos. La apicultora halló una esperanza; y ellos encontraron su película. Así que comenzaron a seguirla y filmarla allá donde fuera. Cuando, seis meses después, una caótica familia de nómadas turcos se mudó ahí cerca, ya no faltaba nada: había llegado el conflicto.

Porque Hussein Sam también quería trabajar con las abejas, pero a otro ritmo: junto con su mujer, debía mantener a siete niños. Por más que Muratova le insistiera en que tanto afán productivo destruiría su frágil equilibrio, el hombre necesitaba más y más miel. Chocaban dos personas, y dos modelos. “Al principio la familia se mantuvo muy distante de nosotros”, recuerda Kotevska. Pero poco a poco, sobre todo a través de los críos, se ganaron su confianza. Y, durante tres años, llegaron a formar parte de su cotidianeidad. “Nuestro presupuesto era mínimo. Dos cineastas, dos directores de fotografía y un coche”, relata Stefanov. Cada cierto tiempo, conducían por una dura carretera, caminaban hasta la aldea perdida y ahí plantaban sus tiendas. Pernoctaban tres o cuatro días, intentando mezclarse con el ambiente y desaparecer tras sus cámaras. Tal vez por eso en Honeyland no parecen existir filtros, como si en la pantalla desfilara la vida misma.

En realidad, los directores tampoco hubieran podido participar mucho: con su madre y sus vecinos, Muratova charlaba en turco otomán, un antiguo dialecto también legado de otros tiempos. “Debatimos qué idioma deberían hablar para el filme, pero era mejor que les resultara espontáneo. Aunque, al final, todos los obstáculos de este rodaje acabaron siendo ventajas”, confiesa Kotevska. Condenados a la incomprensión verbal, los directores se fiaron de su instinto visual: grabaron lo que no necesitaba palabras para ser comprendido. Y, ante un atasco inicial en fase de montaje, insistieron: para resumir 400 horas de material en 90 minutos, crearon una línea narrativa y eligieron las imágenes que contaban esa historia. Solo más tarde consiguieron también una traducción y descubrieron qué se decían sus personajes. Modificaron algunas secuencias, pero “el 90% de la estructura se mantuvo”, explica Kotevska.

Desde luego, la apuesta ha convencido a todos. Se estrenó entre aplausos y premios en Sundance, y repitió en DocsBarcelona. A. O. Scott, célebre crítico de The New York Times, la eligió como mejor película de 2019. Y luego llegó la doble nominación, inédita para un documental. “Puede dar valor y motivación a creadores que intenten hacer algo diferente. Todas las formas narrativas envejecen y debemos buscar otros caminos”, asevera Kotevska. Aunque quizás el mejor resultado del filme fue conseguir una nueva casa para Muratova: su vida sencilla continúa en el poblado de Dorfullu. Lejos de las abejas, pero también del aislamiento. El ser humano más cercano, ahora, vive en la casa de al lado.