Realidad actual

 

1. Situación general del sector

 En Navarra, a diferencia de otras comunidades, la mayoría de las explotaciones apícolas son hobistas, personas que ejercen otra actividad profesional o jubilados, que por afición cuidan de un número reducido de colmenas, porque les gusta la actividad y así obtienen miel para consumo familiar o, en algunos casos, obtener unos ingresos complementarios. Por ello, la edad media de los titulares es elevada, aunque en los últimos años se está produciendo un relevo generacional, debido fundamentalmente a la modernización del material empleado (tipo de colmena, uso de láminas de cera estampada, material de extracción, etc.), la existencia de una asociación de apicultores, el impulso a la formación y el creciente interés por la naturaleza y los productos saludables. 

 

2. Importancia del sector

Debemos hacer una clara distinción entre el beneficio buscado por el apicultor como fruto de su trabajo, centrándose casi exclusivamente en la obtención de miel (otras producciones típicas de la colmena, como pueden ser el polen, la jalea real o el propóleo, apenas son aprovechadas en Navarra, debido fundamentalmente a esa falta de profesionalización que hemos indicado), y la importancia que supone la existencia de abejas para el medio natural. Si nos gusta la naturaleza nos daremos cuenta de que las plantas silvestres, árboles y cultivos necesitan polinización, y que ésta se produce principalmente mediante la colaboración de insectos polinizadores (es la forma más frecuente y la que necesitan la mayoría de los cultivos), o por medio de otros agentes como el viento (frecuente entre especies forestales), el agua (en plantas acuáticas y tropicales), pájaros, etc.

 


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El uso de abejas en la polinización de cultivos es práctica común en árboles frutales (almendros, cerezos, melocotoneros, perales, manzanos, etc.), algunas oleaginosas como la colza y el girasol, leguminosas forrajeras como la alfalfa y el trébol, la zanahoria, cebolla, pepino, melones, y en otros cultivos como el algodón, el pacharán, etc.Dentro de la polinización realizada por insectos, debemos destacar a la abeja melífera como el principal vector de los granos de polen que van a permitir la fecundación de las flores. Se estima que un 80% de la polinización por insectos es realizada por la abeja, quedando el resto a cargo de otros insectos como las mariposas, moscas, escarabajos, etc.

 

Por ello, si entendemos la importancia de un sector productivo desde un punto de vista meramente económico y de cuánto supone la actividad apícola a la producción final agraria, saldremos mal parados, pero, llegados a este punto deberíamos plantearnos la siguiente pregunta: ¿Qué sería de los bosques, montes y praderas sin la presencia de nuestras abejas? La  respuesta es sencilla. Como hemos comentado, la mayoría de la cubierta vegetal existente necesita la presencia de insectos polinizadores para realizar la fecundación de sus flores, y por tanto, sin el trabajo de éstos, la vegetación prácticamente desaparecería, y con ella la mayoría de las especies de fauna silvestre. Todo un caos. Ninguna otra actividad ganadera puede competir con la apicultura en la conservación y mejora del medio natural y en el cuidado del paisaje, sin olvidarnos también que ayuda a fijar población en el medio rural.

 

Una pregunta hecha una vez a un apicultor fue respondida de la siguiente forma: ¿El mejor amigo del hombre? La abeja. Su miel ha alimentado al ser humano desde la prehistoria, su cera sirve para crear velas y el propóleo que recoge de las plantas se usa en productos farmacéuticos. ¿Más?

 

3. Datos de explotaciones

Nº explotaciones asociadas: 406 (350 cuentan con registro en ganadería).

Apicultores profesionales (>150 colmenas): 17.

La ubicación de los colmenares abarca toda la geografía Navarra, encontrándose mayor número de colmenas en Tierra Estella y Navarra Media.

 

4. Datos del ganado

Nº colmenas socios: 13.028 (datos a 31/12/09)

Nº colmenas de apicultores profesionales: 4.030

Media colmenas/explotación: 32

Media colmenas/explotación profesional: 237

 

* España es el país europeo que más colmenas tiene, con un censo aproximado de 2,5 millones, que suponen el 27% del censo total. Cuenta con el 6% de los apicultores europeos, aunque con la mayoría de los profesionales (un 28%)

 

Podemos decir que la distribución de los asentamientos es uniforme, existiendo colmenares por toda la geografía Navarra, aunque el menor censo corresponde a la Ribera, probablemente por la sequedad del clima, con unos veranos muy rigurosos y secos que hacen que la campaña apícola sea muy corta. En la zona norte abundan los asentamientos de pequeño tamaño, debido a la orografía montañosa del terreno que imposibilita la existencia de un número grande de colmenas, tanto por la escasez de terreno llano, como por la ausencia de grandes floraciones para aprovechamiento apícola. Las explotaciones de mayor tamaño se ubican en la zona media de la comunidad autónoma.

 

5. Producciones

 

Año  Censo de colmenas   Miel en kg   kg miel por colmena   Cera en kg 
 2001  13.592  155.620  11,5  1.630
 2006  16.803  252.000  15,0  2.587
 2007  17.046  222.000  13,0  2.931
 2008  17.658  300.000  17,0  2.608
 2009  17.719  177.000  10,0  2.720

 

 

 

 

 

Tabla. Censo de colmenas y producción de miel y cera en la primera década de este siglo

 

La comercialización de las mieles se produce fundamentalmente en venta directa al consumidor (supone entre un 70-80% de la venta total), quedando una pequeña proporción para ser distribuida mediante el comercio minorista (20-30%). No existe distribución a través de grandes superficies.

 

El tipo de miel producida es variable en cada campaña, pero puede estimarse en un 60% multifloral y un 40% monofloral (romero, tomillo, acacia, castaño, bosque, brezo).

 

* La producción de Navarra supone tan solo el 1% de la producción nacional, lo que da una idea del tipo de apicultura que se desarrolla en nuestra comunidad.

 

La obtención de diferentes mieles está asegurada por la gran diversidad geográfica, y por tanto de vegetación, existente en Navarra (climas cantábrico y mediterráneo y la gradación existente entre ellos). Así se posibilita la producción de mieles monoflorales típicas de montaña, como la acacia, el castaño y el brezo, y otras predominantemente mediterráneas, como el romero, tomillo, escobizo, espliego y mielatos de encina. Eso sí, la abundancia de unas u otras, o el predominio de las monoflorales o multiflorales depende, casi exclusivamente, del tiempo climatológico del año en curso. Lo mismo podemos comentar de la generosidad o escasez de las cosechas; un año con precipitaciones bien repartidas y buenas temperaturas posibilitará una buena producción, mientras que un año con adversidades climatológicas, ya sea por carencia o exceso de lluvias, frío, calor extremo, etc. harán que casi todo el trabajo y esfuerzo realizado durante el año sea en vano.