Perspectivas de futuro

 

La apicultura, todavía hoy en día, es por una parte considerada como un sector casi ajeno a la ganadería y por otra, es olvidada y desconocida por parte de la administración, ya que supone un volumen de explotaciones y profesionales ínfimo en comparación con otros sectores ganaderos tradicionales (estimaciones oficiales del MAPA cifran en un 0,44 % la facturación del sector apícola sobre la Producción Final Ganadera).

 

miel
 
 
En Navarra se producen varias clases de miel 

La situación de la apicultura profesional en Navarra todavía es más preocupante existiendo graves deficiencias ya indicadas. Volvemos a insistir en que gran parte del problema radica en la poca profesionalización del sector, con predominio de los apicultores aficionados que no necesitan los ingresos obtenidos con las colmenas para sobrevivir.

 

Para que la apicultura pueda salir del estancamiento que sufre debemos ser capaces de alcanzar los siguientes compromisos de los distintos estamentos implicados: apicultores, agricultores, laboratorios farmacológicos, centros de investigación, administración, consumidores, etc.

 

 

 

 Administración:

  • Elaboración y actualización de censos. Sin datos fiables no pueden buscarse soluciones a problemas como el reparto razonable de subvenciones, control efectivo de colmenares abandonados, obligatoriedad de tratamientos contra varroa, etc.
  • Obtención y publicación de datos estadísticos reales: producciones, precios de importación y exportación, etc.
  • Control efectivo de las explotaciones apícolas: adecuación de censos declarados, estado sanitario, bienestar animal. En caso de colmenares abandonados debe iniciarse una actuación para su eliminación como foco probable de enfermedades.
  • Revisión de los criterios a la hora de otorgar las subvenciones. Buscar el modo de primar al mejor profesional en detrimento de grandes explotaciones poco productivas.
  • Apoyo a la investigación de las causas que producen el llamado Síndrome de Despoblamiento de Colmenas (SDC).
  • Subvención a la adquisición de enjambres para reposición de bajas por el llamado Síndrome de Despoblamiento de Colmenas.
  • Creación de Centros de Selección y Mejora de Abeja Negra Ibérica (Apis mellifera iberica) para poner a disposición de los apicultores reinas seleccionadas.
  • Apoyo a la creación y potenciación de distintivos de calidad de las mieles propias con el objetivo de conseguir unos precios dignos que permitan al apicultor vivir de su actividad.
  • Realización de campañas de promoción de productos de la apicultura a semejanza de las realizadas en apoyo a otros sectores como el de la pesca o la fruta. Debería extenderse también a que la sociedad comprenda la importancia y necesidad de las abejas.
  • Control exhaustivo de las importaciones de mieles. Defensa del producto propio frente a mieles de dudosa procedencia y calidad.
  • Estudio de las poblaciones de abejaruco, daños que provocan en la apicultura y compensación de los mismos.
  • Facilitar el asentamiento de colmenares en montes de utilidad pública, así como en comunales de los ayuntamientos.
  • Control de los productos fitosanitarios empleados en agricultura. Subvención para la utilización, por parte del agricultor, de los productos menos peligrosos para las abejas.

 

Farmacéuticas:

  • Investigación de nuevas moléculas acaricidas y en el caso de que a las industrias farmacéuticas no les interese debería ser la administración quien se implique.
  • Abaratamiento de los tratamientos disponibles.
  • Potenciar la investigación de tratamientos contra las enfermedades de las abejas.

 

Apicultor:

  • Ajustar dimensiones de la explotación.
  • Profesionalización, intentando vivir de la producción y no de las subvenciones.
  • Prestar la adecuada dedicación sanitaria a las colmenas. Los aficionados deben concienciarse de que tienen las mismas obligaciones que los profesionales.