GREENPEACE: NEONICOTINOIDES PELIGROSOS PARA LAS ABEJAS CUANDO SE UTILIZAN EN INVERNADEROS. Apicultura Ibérica. Noticias

La organización ecologista Greenpeace ha hecho público un estudio realizado por sus equipos técnicos que muestran, señalan, “que los neonicotinoides son peligrosos para las abejas y otras especies cuando se usan en invernaderos”

Desde Greenpeace recuerdan que hoy y mañana los representantes de los gobiernos europeos se reúnen en Bruselas para discutir y posiblemente votar las propuestas de la Comisión Europea para ampliar las restricciones de uso de tres neonicotinoides. Estas propuestas, aunque son un gran paso, permitirían el uso continuado de estos insecticidas en invernaderos.

El estudio de Greenpeace muestra que los neonicotinoides están presentes con frecuencia en los cursos de agua cercanos a los invernaderos donde se han utilizado, señalan desde la ONG. Y recuerdan en su nota de prensa que “las revisiones de investigaciones previas han demostrado que los neonicotinoides no solo matan directamente a las abejas, sino que también interfieren en su capacidad de orientación y de reproducción, lo que contribuye al declive de las poblaciones. También representan una amenaza para muchas otras especies, como los insectos acuáticos”. Greenpeace pide de nuevo, tras este estudio, una prohibición total de todos los neonicotinoides.

Los neonicotinoides contaminan el medio ambiente circundante incluso si se utilizan exclusivamente dentro de los invernaderos. Su uso puede estar confinado en principio, pero sigue representando un peligro para las abejas y otras especies silvestres. Solo una prohibición total protegería a las abejas, otros polinizadores y la vida silvestre de los neonicotinoides”, ha afirmado la Dr. Kirsten Thompson, experta de la Unidad Científica de Greenpeace en la Universidad de Exeter.

En 2013, la Comisión Europea introdujo restricciones al uso de tres neonicotinoides (el imidacloprid y la clotianidina de Bayer y el tiametoxam de Syngenta), prohibiendo algunos usos en cultivos atractivos para las abejas, como girasoles, colza, manzanas, almendras o pepinos. Sin embargo, todavía se permiten muchos otros usos de estos insecticidas, incluidos los invernaderos, la fumigación de cultivos atractivos para las abejas después de la floración o la utilización en cultivos considerados menos atractivos para las abejas, como los cereales de invierno, la remolacha azucarera.

Votación de la UE sobre nuevas restricciones

En marzo de 2017, la Comisión puso sobre la mesa una propuesta para ampliar las prohibiciones del imidacloprid, la clotianidina y el tiametoxam, pero sin restringir su uso en invernaderos. Esta propuesta se basa en una evaluación de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) que advierte que estas sustancias químicas pueden dañar a las abejas no solo por la dispersión del polvo de las semillas recubiertas y la fumigación, sino también a través de los residuos presentes en un entorno más amplio.

Además del imidacloprid, la clotianidina y el tiametoxam, otros cuatro neonicotinoides están aprobados para uso sin cualquier restricción en la UE: acetamiprid, tiacloprid, sulfoxaflor y flupyradifurone, que se utilizan cada vez más como sustitutos de los tres insecticidas restringidos, recuerdan desde Greenpeace.

No quedan dudas de que el uso de insecticidas neonicotinoides son una gran amenaza para las abejas y otras especies. Pero no son la única”, ha afirmado Luís Ferreirim, responsable de Agricultura de Greenpeace España. “Greenpeace insta al Gobierno español a que apoye la prohibición total de los neonicotinoides y la de otros plaguicidas igualmente peligrosos y que, a largo plazo, fomente la transición a la agricultura ecológica, la única solución de futuro”, ha concluido Ferreirim.

Francia, recuerdan, prohibirá los neonicotinoides a partir del 1 de septiembre de 2018, con ciertos usos permitidos hasta el 1 de julio de 2020.